Temblando de frío
Muero esperándote en casa, recordando las mentiras que dijiste sobre que estaríamos juntos para siempre. No sé cómo lo has hecho, pero la simple luz en contacto con mi piel me resquebraja en mil pedazos. Y duele.
Seguramente te parezca exagerada, incluso psicótica, pero de verdad estoy muriendo, me estoy apagando y no dejo de llorar al recordar lo que eras, lo que éramos… Y tiemblo, pero no de emoción, sino porque eres tan…