jueves, 27 de diciembre de 2012

Empanadillas Argentinas


2 TOMATES cortados a cuadrados pequeños
1 CEBOLLA rallada o picada
500g CARNE PICADA (cerdo o ternera)
3 pellizcos de SAL
zumo de 2 LIMONES


Mezclar todos los ingredientes bien.
Rellenar la masa de las empanadillas con la mezcla de ingredientes dándoles la forma que gustes.
Horno 200º - 15min
Dejar enfriar las empanadillas en la bandeja del horno y no servir hasta que estén fríos para evitar que la masa se ablande.



PARA LA MASA

1 vaso de CERVEZA
1 vaso de ACEITE (medio de oliva, medio de girasol)
1 cucharada de SAL
4 vasos de HARINA

Se disuelve la sal en la cerveza.
Se añade el aceite y se remueve.
Echamos poco a poco la harina y removemos.
Amasamos, extendemos la masa y la cortamos en círculos.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Estreno en Madrid de ISHALEM, Memorias de un vampiro.

Escribo esta entrada para informar a la gente de Madrid y alrededores de que la película Ishalem, Memorias de un vampiro en la que doblo a la protagonista se va a proyectar en el Cifp José Luis Garci el próximo lunes 17 de diciembre a las 15.00 horas. La entrada es totalmente gratuita y podéis llevar a quien vosotros queráis.

La dirección de Cifp José Luis Garci es la siguiente:
c/José Hierro, 10, 28100 Alcobendas

Tras la proyección habrá un cinefórum donde el director de la película Sergio González-Román estará presente y responderá vuestras preguntas.




DEMO de UnEpic en Castellano


Unepic. ¿Qué es Unepic? Unepic es una mezcla de juego de plataformas, rol y cachondeo que transcurre en un gigantesco castillo de fantasía medieval. Está ambientado al puro estilo ochentero, pero completado con las características más actuales que hacen de él un juego muy completo.

¿Por qué os hablo de este juego? Pues porque he participado en el doblaje en castellano, así como me he encargado de la coordinación del doblaje y la post-producción de audio.

Este post es para informaros de que la demo en castellano ya está disponible en la web oficial del juego (en este enlace) y que podéis descargarla, probarla y criticarla cuando queráis. Estáis completamente invitados a que dejéis vuestras impresiones en el foro de la web o en este post, será un placer leer vuestras críticas respecto al doblaje.

Para que conozcáis un poco del juego y de la demo antes de bajarlo y jugarlo, he hecho un gameplay muy breve con algunas escenas para que os hagáis una idea de que os váis a encontrar.



¡Gracias por leer esta entrada!

miércoles, 12 de diciembre de 2012

"Yo Soy YouTuber" en Ilustrum


Los chicos de Yo Soy Youtuber (podéis seguirles en Twitter en @YoSoyYouTuber) me han dedicado un cromo en una colección de Ilustrum (una web en la que se pueden completar colecciones de cromos sobre diversas temáticas) que versa sobre los YouTubers. Para colmo no soy un cromo normal, sino que soy una plata y por eso me siento apreciada y valiosa. La verdad es que no me lo esperaba, no me considero una YouTuber muy popular, y ha sido toda una sorpresa.

Tras superar la conmoción me decidí realizar un vídeo para que mis suscriptores, al menos a los que les interesara, se unieran a la plataforma Ilustrum y completaran la colección junto a mí. Por si todavía no lo has hecho y quieres unirte, no es tarde, te dejo una invitación para Ilustrum http://www.ilustrum.com/?ref=33902 . Si te registras a través de ese enlace a mí me regalan un joker, un cromo comodín que puedo usar para terminar colecciones (siempre vienen bien). Una vez estés registrado, ya estás listo para entrar y disfrutar de la colección Yo Soy YouTuber, este es el enlace a la colección http://www.ilustrum.com/collection/744-yo-soy-youtuber. Y ya está. 

Aviso que Ilustrum es muy adictivo. El que avisa no es traidor.

Aquí tenéis mi vídeo por si queréis verlo, en él explico el funcionamiento de la plataforma de forma básica y sencilla.


Gracias por todo chic@s.

PD: ¿Os gusta el nuevo aspecto del BLOG? *_* 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Chiquirrinquis, mi mayor locura en YouTube

¿Qué es una hermana pequeña?
Una hermana pequeña es una persona que siempre está molestando, siempre está pidiendo cosas, siempre está cogiendo tus pertenencias y jamás las devuelve... Si tenéis hermanos pequeños lo sabréis bien.

¿Con qué me ha molestado y qué me ha pedido SaaN esta vez?
Un VideoBlog, un Vlog, un diario en vídeo para Youtube. Todavía no sé cómo he dicho que sí a esta locura, pero lo he hecho. 

Sin pensarlo, sin guionizar, sin ningún objetivo en particular, hemos creado un nuevo canal en YouTube llamado Chiquirrinquis (en honor a nuestro abuelo fallecido recientemente). No sabemos todavía qué vamos a hacer en él, de momento nuestra primera idea es hacer 21 vídeos, al estilo 21 días de Samanta Villar, sin temática fija, sin lógica aparente y con la única idea de pasarlo bien haciendo las gilipollas y pasando tiempo juntas.

Desde tiempos inmemoriales he dicho que odio los Vlogs, ponerme delante de una cámara, pero con mi hermana al lado todo es más sencillo. Queremos quitarnos el miedo escénico y lo vamos a hacer a golpe de idioteces, una tras otra. 

De momento sólo tenemos nuestro mini-vídeo introductorio que paso a compartir con vosotros. Me gustaría que os lo tomarais como lo que es, una idiotez. 

Un besito.





miércoles, 14 de noviembre de 2012

Crítica a la trilogía de "50 sombras de Grey" de E.L. James


Resumen: Cuento disney repleto de BDSM
Autora: muy lista (ahora rica)
María (yo): decepcionada

Para los (mejor las) que queráis leeros esta maravillosa trilogía os recomiendo que cuando acabéis el primer libro tengáis la bondad de detener la lectura y disfrutar de lo que hasta el momento hayáis leído, porque el segundo libro (helado) y el tercero (peliculero) os van a defraudar. 

Lo cierto es que los personajes están bien construidos y son muy atractivos, pero se contradicen en muchos puntos. La repetición hasta la saciedad de la doble moral de Anastasia llega a molestar y poner de los nervios, no he visto mujer más hipócrita que ella.

No soy crítica literaria, ni editora para poder destripar el corazón técnico de los libros, y tampoco quiero spoilear a los (mejor las) que podáis querer leeros el libro, así que... aquí me voy a quedar.

Apuntes:
Odio y amo a partes iguales a Christian Grey
Me gusta y detesto a partes iguales a Anastasia Steele
RECHAZO el comportamiento de ambos (¡Pervertidos, NO! ¡Masocas!)
Me gusta la forma de escribir de E.L. James (me he sentido plagiada y eso es bueno).
Me ha entretenido/excitado y cabreado/decepcionado a partes iguales la lectura del libro.
Espero con ansias la película/las películas.


jueves, 18 de octubre de 2012

“La tentación usa tacones” un relato de María Cebrián


“La tentación usa tacones”
(un relato de María Cebrián)

Mi nombre es Carlos Sánchez, tengo 22 años y estoy en cuarto de Medicina. Pese a mi incomprensible atractivo hacia las mujeres yo me considero un chico de lo menos agraciado, soy bastante pálido, delgaducho, aunque fuerte, de pelo oscuro y rebelde, de mirada amarronada y frente prominente. Mi astigmatismo me obliga a usar gafas por lo que mi imagen de empollón no me la quita ni el Señor Tenebroso. Soy el hombre más despistado del planeta, desordenado, adicto al café, gafe continuo por mi pasión por el color amarillo, amante de la buena comida, patoso hasta el aburrimiento, afable y bonachón, pero lo que más resalto de mi personalidad es la responsabilidad.
Como buena persona responsable me gusta cuidar de lo que me gusta, aunque suelo olvidarme de hacerlo a menudo. Ahora mismo ando compensando uno de esos momentos de desvarío de atenciones hacia la mujer que me da calor cuando siento frío. Victoria me observa desde el sofá de mi apartamento compartido cómo toco al violín una de sus canciones favoritas Everywhere de Michelle Branch. Vicky, como le gusta que le llamen los amigos, es una romántica y verme deslizar los dedos por las tensas cuerdas del violín la excita. Dentro de mí sé que no la merezco, es demasiado buena para mí. Mi anterior exnovia, Lucía, me dejó tocadísimo tras la ruptura, pero en cuanto Victoria se hizo cargo de mi lastimada alma, el oscuro y salvaje mundo del sexo se ciñó sobre mí. Desde entonces la amo, la venero y la temo, porque sé que algún día me dirá adiós para marcharse de la mano de algún Adonis con mejores cualidades que las mías.
Al terminar la pieza poso el violín sobre su maleta y hago crujir los dedos para desentumecer las articulaciones, después camino hacia ella con los brazos extendidos al más puro estilo zombi emitiendo al compás sonidos guturales. ¡Cierto! No os he dicho que soy un friki de las películas de terror. Llego hasta ella, flexiono las rodillas con rapidez y adopto una postura de karate, la tiento con un movimiento de manos para ver si se abalanza sobre mí, pero al contrario de mis expectativas se muerde el labio inferior y se recuesta en el sofá arqueando sensualmente la espalda. La llamada animal incrementa el tamaño del medio estorbo que tengo entre las piernas y me inquieto. Recupero la postura erguida y con flexibilidad y potencia salto sobre ella sin hacerla daño. ¡Ostras! No os he dicho que soy cinturón negro de Aikido y que soy fan de las artes marciales. La respiración de Victoria se altera y gime entre sonrisas mientras la beso en una de las clavículas. Sé que esa parte es muy erógena y ella se estremece y encoge ante el placer que le producen mis labios. Es preciosa y su acento andaluz eriza cada uno de los pelos que crecen desde mi piel. Mientras acaricio las caderas de mi novia y bajo por entre su pecho en un baile de besos ella introduce sus dedos entre mi alborotado pelo agarrándomelo con fuerza. Grito ahogadamente por la perversión de los tirones y gruño con fiereza. Me contengo porque tengo a un par de compañeros en sus respectivos cuartos estudiando, estamos en época de exámenes y ambos son muy aplicados. Luis anda seguramente jugando al World of Warcraft, es más feliz matando dragones que follando con mujeres y estudiando. En un principio Victoria se coló por él, es rubio y su mirada felina de color azul la encandiló con poco. Por suerte él pasó de ella y de rebote ella se fijó en mí. Mi otro compañero, Dani, es un literato hasta la médula y anda inmerso en la escritura de su tercera novela (las dos anteriores han sido un éxito en el círculo estudiantil) y es de los que cuando empiezan por el “Érase una vez…” no dejan de escribir hasta el “Fin”. A mí me viene de puta madre vivir con dos frikis bohemios como ellos porque tengo total libertad en el salón y es mi estancia favorita para disfrutar de Victoria.
Mi chica acaricia mi miembro por encima de los pantalones sonriendo y cucando eróticamente los ojos. Sabe hacer muy bien su trabajo de calentamiento corporal. Me tiro sobre ella para violar su boca con mi lengua, hace casi una semana desde la última vez que nos vimos (cuando peleamos) y volverla a tener tan cerca me colma de sensaciones positivas.
A nuestras espaldas se escucha una puerta que se abre, por la dirección supongo que es la de Dani. Se oyen unos pasos, la taza del váter que se levanta, un líquido que cae sobre otro líquido, un gemido de placer de Dani, la taza del váter que se baja, la cadena de la cisterna, unos pasos y una puerta que se cierra. Durante el proceso nos quedamos inmóviles, Dani es muy sensiblón, hace un par de semanas que rompió con la novia y vernos juntos en actitud amorosa sabemos le dolerá. Victoria suspira excitada por los nervios al “nos van a pillar”. La beso rápidamente en los labios acariciándole las mejillas sonrosadas.
—¡Como me vuerva’ hacé lo de la zemana pazá, te dejo Ca’lo’! —me amenaza.
—No volverá a pasar princesa, siento mucho mi comportamiento pueril.
—Ziempre la mi’ma historia.
—Confía en mí, fue un lapsus.
Victoria estudia Derecho y es muy autoritaria, quiere ser jueza y la creo muy capacitada para desarrollar ese papel. ¡Señor Tenebroso su acento! ¿Por qué tiene que ser tan erótico? ¡Carambitas y carambolas! Tengo la varita mágica a punto de soltar chispitas por la punta.
El teléfono móvil de Victoria comienza a sonar. Ella me echa a un lado y se levanta como un resorte del sofá. Como una ladrona de guante negro rebusca en su bolso sacando casi en su totalidad el contenido y haciendo trasbordo de objetos a mi sofá: un monedero, una cartera, un paquete de pañuelos, una agenda, un bolígrafo, otro bolígrafo, una barra de labios, un gloss, un rímel, una compresa, otra compresa, un condón (¡¡me gusta!!), unas pinzas de depilar, una barra de cacao, un billete de 5€… ¡Ah sí! ¡El móvil! Descuelga y con un chillido comienza una conversación con alguna pava como ella. La miro con los ojos como platos y me muestra sus cinco largos dedos de la mano derecha, entiendo que debo esperar un minuto por cada dedo y suspiro molesto por la interrupción.
O follar o comer, pero esperar sin hacer nada no. Me levanto del sofá y entro en la desordenada, sucia y asquerosa cocina, parece que allí vivan mendigos, trolls y ratas juntos. Mis compañeros de piso son un asco, en nuestro contrato verbal quedamos en que yo me encargaba de cocinar siempre y cuando ellos se encargaran de fregar y adecentar la cocina. Si ellos habían incurrido en su apartado, yo no les iba a deleitar el paladar con mis preparados. ¡Joder! No os he dicho que me encanta cocinar y que lo hago de miedo. Saco del armario el pan de sándwich y la Nocilla de la nevera, a Victoria le vuelve loca el chocolate y a mí me vuelve loco ella. Preparo dos bocadillos y los sirvo junto a un vaso de leche fría, es nuestra merienda favorita. Dejo los alimentos sobre la mesita del salón y me siento en el sofá. Me aburro. Cojo el pintalabios, desenrosco la barra y me la aplico sobre los labios intuyendo que pinto lo que debería pintarme y no las comisuras de los labios como hago. Aprieto los labios como hacen las mujeres para extender el carmín y doy un sonoro beso al aire.
Victoria vuelve al salón desde el balcón sosteniendo un cigarrillo entre los dedos. ¡Guarra! Odio el sabor del tabaco en su perfecta lengua.
—Apaga eso inmediatamente, ¡te lo ordeno princesa! —actúo exageradamente.
—¿Por qué? —cuestiona con una sonrisa en los labios y dando una calada retándome.
—Porque como tu médico, debo advertirte de los riesgos que corres metiéndote esa mierda en los pulmones —adopto la frialdad y seriedad de un doctor.
—No ere’ mi padre —dice con chulería.
—Ni quiero serlo princesa, pero me gusta jugar con tu lengua sin que sepa a cenicero.
—¡Mi amiga Ana viene pa’cá!
Ana. ¿Ana? ¡Ana!
—¿Anita, la putita? —exclamo sabiendo que he articulado un pensamiento.
—Yo no me meto con lo’ friki’ que tiene’ tu en ezta caza —¡arsa, olé, qué salá!
—Perdona —musito alargando cada sílaba—. Me da miedo conocerla.
—¿Por qué? —pregunta dando una nueva y honda calada a la mierda alargada mata personas.
—Porque me la has descrito como una bruja que hechiza a los hombres. Como soy un hombre tengo miedo a que me hechice —explico.
—¿Acazo no te’ hechizao’ yo? —noto cierto resquemor bañado de celos en su voz.
—Claro princesa, me tienes totalmente hechizao’, pero la testosterona a veces me domina —me defiendo.
—¡Po’ ma’ te vale controlarte, mi arma!
Veinte minutos más tarde Ana, la putita, llega a casa. Victoria la recibe como la anfitriona de palacio. Ana es tal cual mi novia me la describió: alta, delgada, con curvas, con tetas, muchas tetas, mogollón de tetas, ¡Dios mío qué par de tetas!, rubia, mirada cálida grisácea… Es una bruja que con su presencia enamora, hechiza y secuestra. Me da asco reconocer que caigo prendido de ella en cuanto la veo, es la mujer más guapa que ha pisado este piso y siento mucho pensar así porque hasta el momento Victoria poseía ese título. Por fortuna para mis alteradas hormonas no la he conocido hasta el día de hoy. Espero a Ana al lado del sofá, de hecho me he apoyado en él con un brazo sin percatarme.
—¡Annie, ezte e’ mi Ca’lo’! —me presenta Victoria—. ¡Ca’lo’, ezta e’ mi mejó amiga, Ana!
—Encantado, Ana —la beso en las mejillas ruborizado.
—Me gusta lo que veo —suelta airosa Ana.
Entiendo que han hablado antes de mí y de que la idea inicial de Ana no se corresponde con la actual, pero le gusta lo que ve, le gusto. Mi Adonis interior aplaude triunfal.
Medio hora más tarde se van las dos. Las he invitado a cenar y me han rechazado el ofrecimiento. Sé que han denegado la propuesta al ver la cocina del infierno. ¡Maldición! Ceno una pizza congelada porque no me apetece ponerme a cocinar. Me acuesto en cuanto la devoro, me he quedado a mitad y tengo muchas ganas de fo… Me llaman al móvil. Número desconocido. Descuelgo.
—Victoria me ha narrado muchas hazañas tuyas y me gustaría comprobarlas de primera mano. ¿Te viene bien que quedemos algún día?
Es Ana. ¿Ana? ¡Ana, la putita!
—Ehm… preferiría que no —digo nervioso.
—¿Has dicho esta noche? ¡Perfecto! —articula saboreando con la lengua la palabra—. ¿Qué te parece ahora?
¡Señor Tenebroso llévame contigo!
—¿Qué quieres decir con “ahora”? —pregunto idiotizado perdido, hechizado como un imbécil.
—Estoy en el umbral de tu apartamento con una gabardina y… adivina qué llevo debajo —añade sonriendo perversamente.
Flipo en colores y el brazo derecho se me adormece. ¡Me va a dar un infarto! Supongo que miente, que me está tomando el pelo, que Victoria está en el otro teléfono riéndose de mí, ¡se están burlando de mí! Con el teléfono en la oreja camino hasta la puerta mientras ella continúa diciendo:
—Te oigo respirar Carlinhos, sé que te estás tocando y yo también lo hago —susurra—. Sé bueno y abre la maldita puerta.
La boca se me seca, me paso la lengua por los labios sin encontrar saliva que los hidrate. Respiro hondamente tapando el teléfono con una mano, no consigo respirar con normalidad. Estoy muy excitado. Desde que se marcharon he estado pensando en ella, me he tocado pensando en ella… ¡Señor Tenebroso, maldito seas por tentarme! Respiro entrecortadamente frente a la puerta. Con valor y decisión abro. ¡Gracias Señor Tenebroso por gastarme esta broma! No está, no se encuentra. Respiro aliviado y sonrío. Cierro la puerta lentamente, pero antes de llegar al tope algo se interpone en su camino. Bajo la mirada al suelo y veo que la punta de un zapato rojo se ha colado en el apartamento. Al instante sé que es de ella. Me aparto de la puerta. El demonio está fuera. Va a entrar. Me va a follar. Ana mueve la puerta con suavidad y aparece detrás del sutil movimiento. No ha mentido, lleva una gabardina. Cierra la puerta apoyando el culo al final del trayecto y con parsimonia se desabrocha el nudo de la gabardina, agarra los laterales de la chaqueta y la abre dejando a la vista su perfecto y desnudo cuerpo. ¡Esto debe ser un sueño! Pero no lo es. Desgraciadamente no lo es.

Diez años después
No lo fue. Para mi desgracia no fue un sueño, fue el inicio de mi relación con Ana, más conocida como Anita, la putita. Me ha robado todo lo que tenía, me ha contaminado, me ha pervertido, me ha asesinado. Ahora me quita el piso que compramos y que erróneamente puse a su nombre. Han pasado diez años, nos hemos casado, nos hemos divorciado… Aunque nada de eso importa porque me voy lejos, me voy a Turlina a comenzar una nueva vida.
Ana recorre el piso con mirada escrutadora rastreando que todo esté en su correcto lugar. No quiero nada de lo que allí dentro hay, sólo quiero recuperar mi alma.
—Veo que has sido bueno y has dejado en su sitio todo lo que te pedí —me felicita acariciándome con su dulce voz.
—Hasta el final moviendo bien los hilos de la marioneta, Ana —le echo en cara.
Ana ríe desvergonzada y se adentra en el dormitorio. En la mesilla de noche he vuelto a dejar la foto de nuestra boda para que al menos se le remuevan las entrañas, aunque no creo que afecte mucho a su interior podrido.
—Para tu información —comienzo mi última estocada—, el motivo por el cuál la cama chirría… fueron las rudas embestidas con las que recibí a Victoria en nuestro reencuentro en las Navidades de hace tres años.
Ana frunce el ceño temerosa, cree que le estoy mintiendo para devolvérsela, pero no, no es así.
—Quedamos para cenar con ella el 27 de diciembre de 2009, a las nueve en punto. Tú me llamas desde “el trabajo” —remarco la mentira—, para decirme que tienes una reunión de última hora con un cliente. Lo que no sabes es que yo sé que has quedado con Jony. Alguien te hackeó la cuenta de correo electrónico —fue Luis, mi excompañero de piso, aunque no se lo hago saber para que no lo denuncie­— y me pasó la contraseña. Leí tus correos. Todos.
Ana suspira orgullosa, en el fondo le encanta que le plante cara porque es lo que ha esperado de mí en todo este tiempo, pero yo no soy así, no es mi forma de ser.
 —Y supe la verdad —continúo—. Como tú estabas ocupada con Jony, decidí relajarme y charlar con Victoria. Lo que no pensaba es que ella querría recuperar lo que tú le habías robado. Así que ahí tienes la cama. Espero que cada vez que folles con Jony y despiertes a los vecinos con su sonido, te imagines a tu amiga Victoria siendo follada por tu exmarido.
Ana baja la vista hasta sus zapatos y la vuelve a clavar en mis pupilas.
—Adiós Anita, la putita.
Ella se muerde la lengua y se lo agradezco. Recojo la mochila y la maleta del salón y salgo de la casa. Paso página en mi libro de aventuras y comienzo un nuevo capítulo. ¡Ay Señor Tenebroso, qué mal te has portado conmigo!

domingo, 14 de octubre de 2012

El despertar sexual de Anastasia Steele, la nueva novela de E. L. James

Ando leyendo 50 sombras de Grey y entre suspiros de decepción y gemidos de asco se me ha ocurrido una tontería que he querido plasmar en este casi olvidado Blog.

De escribirse otro libro paralelo a 50 sombras de Grey titulado El despertar sexual de Anastasia Steele el  contenido sería muy sencillo:

Capítulo 1
Soy Anastasia Steele, una joven inteligente y bien parecida amante del libro  "Tess, la de los d'Urberville" de Thomas Hardy. La diosa que llevo dentro duerme. Oh, por favor, ¿quién es él? "¡Es Christian Grey!", me grita mi subconsciente. Me corro y grito: "Ah".
FIN


Lo siento,  hay décimas de segundo que me encanta Anastasia, pero el resto del tiempo me parece una Bella  (Crepúsculo) inteligente más salida que una mona. Aun así un 10 a E.L. James por su facilidad para crear literatura adictiva, de fácil lectura y más explícita que ver una película porno.

PD: Buscando no equivocarme con el nombre de la autora llegó a la Wikipedia y leo lo siguiente, como veréis no me equivocaba tanto.
James escribió inicialmente un fanfiction bajo el seudónimo de Snowqueens Icedragon, su trabajo más notable fue Master of the Universe que era un fanfic de Crepúsculo, que con el tiempo se convirtió en Cincuenta sombras de Grey.


domingo, 9 de septiembre de 2012

Una historia sobre Eva y el paraíso

Aquí os dejo mi colaboración para un relato locutado sobre Eva y el paraíso. Interesante la visión de Dios (?) del relato y su manera de describir a los hombres (¿realidad o ficción?).

Espero que os guste mi Eva. ¡Disfrutadlo!

[Argumento]
Otra visión de dios en clave de humor. Abstenerse de ver el video católicos extremistas sin sentido del humor y que tengan vidas vacías y patéticas.

[Reparto]
Narrador: Jesús Guerrero
Eva: María Cebrián
Dios: May Flores

[Música]
Isaac Herrera "Canon de voces"


viernes, 7 de septiembre de 2012

Expertos en coches, ¡necesito AYUDA!

Hola a todos, especialmente a los expertos en coches que leáis la entrada por ser expertos en coches.

Por si no lo sabéis escribo una novela llamada Vuela Libre Corazón y para ella necesito la información. Necesito la marca y modelo de dos coches que usar en la historia. 

1. Un coche de hace 5 ó 6 años de gama media, no muy deportivo y si puede ser para mujer, aunque esto tampoco es muy importante. Es el coche de una actriz famosilla que no gana demasiado dinero, pero a la que le gusta de vez en cuando derrochar. 

2. Un coche familiar, quizás un 4x4, de hace 7 ó 9 años, no muy potente, para una madre pija. Aquí el precio no importa, de hecho cuanto más caro mejor.

Si conocéis coches que encajen en estas especificaciones por favor dejarme la marca y el modelo como comentario a esta entrada y un enlace a una foto del coche a ser posible.

Muchas gracias por la ayuda ;)


martes, 21 de agosto de 2012

"Alger" un relato de María Cebrián


Alger siempre llega en el momento menos adecuado, da igual lo que estés haciendo porque ella te joderá el día. Sí. Alger es así de simpática. ¿Por qué es tu amiga entonces? Porque me la han impuesto. ¿Quién? La naturaleza. ¿Alger es agresiva? Ehm, ¿lo dices por la lanza? No, no es agresiva, pero te mete cada puñalada en el bajo vientre que te hace retorcerte de dolor. ¿Te hace sangre? Sí, una poca. ¿Entonces? No te preocupes, es amistosa.
Aquel día Alger llegó temprano, de hecho me despertó de mi placentero sueño, su llamada insistente a la puerta me revolvió las entrañas. Con mal humor me levanté y fui a saludarla. 
—¿Tú otra vez? —renegué.
—Como cada mes amiga mía —sonrió feliz.
—La alegría de la huerta —bromeé.
Antes de que dijera "pasa" se coló en mi confortable hogar.
—Supongo... —dije—, que querrás que te prepare la cama.
—Así es —confirmó—. Para cinco días, quizá seis. Si no quieres extender la cama me conformo con el saco de dormir, me meto dentro y punto. Te prometo no causarte la menor molestia esta vez, sé que el último mes anduve algo toca-ovarios.
—¿Me lo dices o me lo cuentas? —pregunté enojada.
—Te recomiendo que te tomes un paracetamol para aliviar el dolor, voy a estar taladrando un poco y puede que las ondas te mareen.
Le hice caso, me tomé un paracetamol y me acosté de nuevo. La muy hija de puta taladró y taladró durante las siguientes doce horas, para mi fortuna se detuvo para continuar con su estancia junto a mí en el más apacible de los reencuentros.
Cuatro días después al llegar a casa casi ni percibí su presencia, sigilosa se mantenía en su cama descansando las últimas horas de su ciclo de regulación hormonal. Un día más tarde se marchó sin decir adiós, pero no sentí lástima porque sabía que Alger volvería 30 días después, 720 horas de tranquilidad y liberación que intentaría disfrutar al máximo.



NOTA DE LA AUTORA
Este relato se lo dedico a todas las mujeres. Mujeres que sufren los achaques propios de su sistema hormonal y de su período. Hay meses que son insufribles, otros que son más llevaderos, pero hemos de aprender a convivir con él, a que los hombres hablen sobre él sin tan siquiera conocer qué ocurre en nuestros cuerpos, sin preguntarnos qué sentimos o cómo nos encontramos. Es nuestra batalla y la vamos a ganar. ¡Va por ti Alger!



viernes, 17 de agosto de 2012

El ciclo de un bebé

Tras amplios estudios científico-visuales entorno al espécimen denominado comúnmente como Bebé he llegado a la conclusión de que su ciclo es tremendamente complejo y harto complicado de explicar con detalle. Pese a mi altamente cualificación intentaré ceñirme al protocolo y enumerar las fases por las que discurre la conducta del objeto de estudio. Errores y malas interpretaciones no se tengan en cuenta dado que no dispongo de espécimen propio sino que me baso en objetos externos al laboratorio.

El ciclo del bebé

1. Duerme
2. Despierta
3. Llora (sigue haciendo esto hasta que se le administran arrumacos y carantoñas)
4. Calla
5. Sonríe
6. Llora (continúa con esta dinámica hasta que se le introduce alimento por la boca)
7. Come
8. Vomita
9. Come
10. Expulsa gases estomacales
11. Expulsa gases intestinales
12. Orina
13. Caga
14. Llora (mantiene conducta hasta que se procede al cambio de pañal y se le higieniza)
15. Duerme

Fin del ciclo del bebé

Y este ciclo se repite interminablemente durante los primeros meses de vida del objeto de estudio.

Firmado: Dra. Cebrián


 NOTA DE LA DRA. CEBRIÁN

Si alguna madre encuentra errores graves que se lo comunique a la Dra. Cebrián inmediatamente, su puesto como científica depende de esta tesis.

VÍDEO




NOTA DE LA AUTORA

Quiero dedicar este pequeño relato a Maica, quien acaba de dar a luz al espécimen #5 de mi estudio. Espero que Daniel crezca con salud porque sé que amor y cuidados no le van a faltar. ¡Enhorabuena a la familia Campayo-Jimenez!

Y aprovecho la ocasión para regalártelo como ofrenda en el día de tu cumpleaños. Sé que es mañana (18 de agosto), pero mejor recibir algo por adelantado a no recibir nada. Este año no ha sido un regalo vocal, pero no descarto hacer un audiorelato con el texto. 

Disfruta de tu nene Maica y ¡feliz cumpleaños!


jueves, 16 de agosto de 2012

Renacimiento del BLOG

Tras un tiempo sin saber muy bien qué hacer con los BLOGS hoy me ha dado un ataque cerebral y me he puesto a ello. Después de probar unas cuantas plantillas para Blogger (bastante monas, pero complicadas de implementar) me he decidido por probar las versiones dinámicas (nuevas, pero no tanto) de blogger. Así que me he puesto a trabajar en los blogs y he importado todas las entradas. La verdad es que Wordpress está mejor implementado, ofrece mayores ventajas en algunas cosas, pero para otras es un poco (soso), así que bueno, he querido renovarme y trasladar todo el contenido del antiguo blog a este (también lo he hecho con Vuela Libre Corazón).

Muchas de las entradas no están correctamente funcionales, pero espero en unos días poder arreglarlas, sobre todo colocar los enlaces a los vídeos (cambiar el formato de Wordpress). Así que los cuatro gatos que entréis aquí y os apetezca revisar las entradas entended que me queda muuuucho trabajo todavía que realizar y tened paciencia (o no).

Gracias a todos los que leáis esto, sin duda será motivo de que os interesa lo que hago, escribo, se me va de la pinza. ¡Honestamente zankius!

 
 
PD: Los blogs son como las plantas, si no se riegan, mueren. 

Alt-Minds [Trailer] Investigación interactiva


Un videojuego interactivo en el que puedes investigar por tu cuenta o junto a los personajes.
http://alt-minds.com/
He colaborado en el doblaje.

jueves, 5 de julio de 2012

Max Payne: Valhalla



En orden de aparición:
Central - Marian Jerez
Agente - Víctor González
Max Payne - Jose Francisco Castellano
Nicole Horne - Sterxu Villanueva
Michelle Payne - María Cebrián
Vinnie Gognitti - David Flores Pérez
Yonki - Salvador Garrido



Un corto inspirado en el videojuego. Puedes obtener más información aquí .

Algo de información:

Max Payne: Valhalla se estrenó en Youtube el 3 de mayo de 2012. Se trata de un fan film sin ánimo de lucro, basado en la popular saga de videojuegos creada por Sam Lake y desarrollada por Remedy Games y Rockstar Games.

Hace seis años dirigimos un cortometraje llamado “Max Payne: The Beginning of the End“. Por aquel entonces, acabábamos de empezar a estudiar cine y queríamos realizar un homenaje amateur a nuestro videojuego favorito. Hoy, ese corto ha recibido más de 75.000 visitas en Youtube y queríamos hacer un remake. Hemos intentado plasmar en la pantalla todo lo aprendido en estos últimos años.

Hace unos meses lanzamos una campaña de crowdfunding para recaudar fondos y terminar el cortometraje. El resultando fue increíble recaudando más de 2000$. Gracias a todas esas contribuciones, recibidas de todos los lugares del mundo, pudimos grabar la escena final el el helipuerto de la azotea de Torre Europa en Madrid.

La historia
La historia transcurre únicamente en el primer videojuego y recreará algunos de los momentos más memorables de Max Payne. Las secuencias de cómic, el asesinato de Michelle o el tiroteo final en el Aesir Plaza son algunos ejemplos de lo que podrás ver en Max Payne: Valhalla. En todo momento hemos intentado ser lo más fieles posible al trabajo original de Sam Lake. Por cuestiones de presupuesto y viabilidad nos hemos visto obligados a cambiar algunos detalles, como la escena del helicóptero final o la sustitución del personaje de Nicole Horne por Vinnie Gognitti.

domingo, 17 de junio de 2012

Colaboración con "Mision Tokyo"

Hace tiempo que no subo nada al BLOG y ya tocaba ¿no?

Os traigo una sorpresa: mi colaboración en el Podcast de "Mision Tokyo" en algunas ráfagas y entradillas. Si os apetece escuchar debates sobre la E3, manga, anime y videojuegos y a la vez conocer algo más de mi trabajo este puede ser vuestro enlace: Podcast de Mision Tokyo

Agradecer especialmente a Genís Puig la confianza puesta en mi trabajo. ¡Gracias!

Lo podéis escuchar y descargar de aquí

miércoles, 11 de abril de 2012

"Akane 76 VL" un relato de María Cebrián y Daniel Astorga


Akane 76 VL es un relato escrito en tiempo real a cuatro manos (y porque no tenemos más) con Daniel Astorga. Es una historia futurista repleta de guiños a otras historias Sci-fi.

Sabemos que la fiabilidad científica del relato es nula, pero nos dejamos llevar por la imaginación y por el frikismo para dar a luz a Akane, una niña que refleja muchas de nuestras preocupaciones.

En cuanto a la ilustración de la portada, no nos pertenece, sino al señor Yuriy.

Espero que os guste la historia.


"Akane 76 VL" 
un relato de María Cebrián y Daniel Astorga

Volvía a mi emplazamiento sentada en el transportador junto a mi padre. En el panel de navegación el destino estaba fijado, no había posibilidad de desviar la ruta. Igual que mi vida. Las líneas de gas ionizado marcaban el camino por el que los coches circulaban. Pasamos por un túnel Zircon. Sentí el calor de los escáneres por todo mi cuerpo. Tuve miedo, iba a detectar el RaptorDelta que todavía seguía presente en mi torrente sanguíneo. Efectivamente. La voz sexy de Michelle, la I.A de la centralita, informó: “Análisis de Sustancias Psicotrópicas en sujeto Akane 76 VL completado: Nivel de RaptorDelta 0,4mg detectado”. Miré de soslayo a mi padre quien se inquietó en su asiento ligeramente.

—Michelle, aquí Leto 101 EO, situación controlada.

—Leto 101 EO —sonó de nuevo la voz de la I.A.—, alerta de control RaptorDelta abortada.

Suspiré aliviada. Con el recrudecimiento de las normas cívicas me aterraba que me detuvieran y me alistaran en el grupo de rehabilitación social. Ser hija de un Supervisor tenía sus ventajas. Mi padre sentía pavor cada vez que me pillaba haciendo algo fuera de su estricta “legalidad”. No podía cargar con la idea de penalizar a su propia hija. Tras unos minutos de incómodo silencio se decidió a hablar.

—¿No te avergüenza dejarme en evidencia? —se cruzó de brazos y me miró con dureza.

—No, padre —confirmé valiente—. Ya te avisé, no me reprimiré, seguiré experimentando.

—Siempre con lo mismo, Akane. Llegará el día que no podré defenderte y tendrás que cargar con las consecuencias de tus actos —se removió de su asiento.

—¿Y? —planté cara—. ¿Tienes algún problema con el Reformatorio Social?

—No me gustaría ver cómo te achicharran la mano por coger mal un cubierto, pero si quieres aún estamos a tiempo de cambiar el rumbo —tras un chasquido de desaprobación hizo elenco de su mejor sarcasmo—. ¿Te animas? Te gusta “experimentar”, ¿no?

—Siempre has lucido orgulloso esa marca en la mano —alcé las cejas desviando la mirada algo perversa a su mano—, no creo que sea tan terrible.

—Esta marca me recuerda que podría haber terminado de una forma horrible de no haber aprendido a ser un buen ciudadano. Y tú acabarás así de no deponer tu actitud.

—Por llevar el chip de Supervisor te crees un buen ciudadano —chasqué la lengua molesta.

—Ya está bien, Akane. Atacarme a mí no cambiará lo que has hecho esta noche. Ya veremos lo que tiene que decir tu madre al respecto.

—Otra buena “samaritana” —apunté con sarcasmo—. Habría que ver cómo erais de jóvenes, qué hicisteis... No me creo nada de lo que me contáis. ¡Cómo me gustaría comprobarlo con una Regresión! —deseé.

Tener acceso a una Esfera Meltron (EM) no estaba al alcance de todos, pero por suerte mi familia sí podía permitirse el lujo de tenerlas. Cada uno de nosotros disponía de una bola de tamaño medio y de color plateado en la que podías guardar recuerdos y sensaciones pasadas como un almacén. La primera EM que entró en la familia perteneció a mi padre, quien con su primer sueldo se la compró como capricho, así que no podía dejar de pensar en la cantidad de detalles escabrosos y locuras de juventud que podría contener. Al casarse mi padre le regaló una a mi madre, de modo que tener dos fuentes de interés en casa me exacerbaba.

Siempre que sacaba el tema de la posibilidad de violar las EM con una Regresión mi padre se escandalizaba. Aquella vez no fue menos.

—¿Todavía sigues con esas tonterías? Para poder entrar en una EM tienes que ser el propio dueño o un Supervisor, y que ni se te pase por la cabeza intentar robarme la llave.

—¿Tonterías? ¿Acaso no conoces a los Violadores Meltron?

—Claro que los conozco. Akane —suspiró molesto mi padre—, ¿estás dándome a entender que tú eres una Violadora Meltron?

—¿Correría peligro tu notoria carrera de Supervisor si te dijera que sí? —y reí con socarronería.

—Lo que correría peligro sería tu vida si llegaras a violar una EM. Supongo que sabrás lo que es un Suspensor Vital o caer en coma o adoptar una doble personalidad, ¿verdad? —me informó intentando asustarme.

—Sólo hay un 0.01% de riesgo de entrar en una doble personalidad, un 0.5% de caer en coma y un 7% de necesitar un Suspensor Vital. Si fuera una Violadora Meltron, que no digo que lo sea, me arriesgaría, son porcentajes muy bajos.

—¿Sabes qué? —alzó las manos, su paciencia se había agotado—. Me he hartado de tus tiras y aflojas. ¿Quieres hacerlo? Adelante, no pienso cuidar más de ti.

—Me lo pensaré.

Los minutos corrían silenciosos mientras nos acercábamos a mi cárcel parental. Si mi padre era duro, mi madre lo era todavía más. Fuera del transportador nos deslizábamos entre el gentío que abarrotaba las calles a esas altas horas de la noche. Todos los antros rebosaban clientes y potentes luces invitaban a acercarse a ellos. Dos cuadrados más allá el transportador se detuvo, mi tregua se terminó. Mi padre me empujó para que saliera al exterior y con un puntapié me obligó a caminar. Percibí un leve destello en el frontal de nuestro emplazamiento, mi obsoleta madre me esperaba ansiosa por reprenderme. Ambos subimos en el elevador.

—Registrada entrada en emplazamiento 76-3316, Leto 101 EO, Akane 76 VL —informó Michelle.

Entré como un rayo en nuestro emplazamiento. Mi madre descansaba en su nube de suspensión, obviamente fingía, y se reanimó al desfilar enojada junto a ella.

—Quieta ahí.

—Olvídame mamá.

—Sabes que es neurológicamente imposible que te olvide.

—¡Vete a la biblioteca! —la insulté.

Me colé en mi estrecho dormitorum y ordené:

—Michelle, aquí Akane 76 VL, que les desintegren.

—Akane 76 VL, entrada al dormitorum sellada —confirmó Michelle.





Tras los lindes del dormitorum de Akane, Leto y Valeska se miraban diciéndoselo todo sin hablar.

—Estoy hasta los clústeres de su insolencia —dijo ella llevándose las manos a la frente—. ¿Qué ha sido esta vez?

—RaptorDelta —respondió Leto de forma seca.

—Ahora entiendo por qué me ha mandado a la biblioteca, el RaptorDelta y sus efectos intelectuales.

—Al menos no disminuye la libido como las sustancias de nuestra juventud. Pero te lo digo en serio, no sé qué vamos a hacer con esa niña. Es clavada a ti.

—¡Serás descerebrado! —Valeska le propinó a Leto un manotazo leve en el hombro—. Dirás que es clavadita a ti.

—Yo nunca mandé a mi madre a la biblioteca. La mandé a congelarse el culo a la Luna, pero ¿a la biblioteca? ¡Jamás! —rió él con sorna dando la mano a su compañera.

—Pobre Eléanor —masculló con resentimiento Valeska abrazando a Leto—. Yo no solía insultar a mi madre, era más de miradas asesinas.

—Vale, tú ganas. Imagen especular de mi alocada y atractiva juventud —encogió los hombros resignado.

—Sobre todo en la parte “atractiva” —susurró con sensualidad.

—¿Recordamos viejos tiempos? —Leto le guiñó un ojo a ella—. Pero esta vez sin Goho-M, ¿vale?

—No son tan viejos.

Valeska rodeó el cuello de su compañero. Leto abrazó la cintura de su compañera. Ambos se fundieron en un tierno beso.

—Michelle, aquí Valeska 51 RJ, hasta el fondo.

—Dormitorum en proceso de transformación, listo en 3, 2, 1. Dormitorum acondicionado para intercambio íntimo —relató Michelle.

Leto mira con picardía a Valeska, sonríen y caminan hasta el dormitorum.





Me tumbé sobre mi camastro suspirando abatida. Lo que más odiaba del RaptorDelta era la sensación de no controlar la agilidad mental llegado el desvanecimiento de los efectos. Sin percibirlo había entrado en un estado de shock y bloqueo cerebral. Y ahora mismo sin poder pensar en nada más, lo único que se me ocurría era desobedecer y plantarle cara a mis padres. Iba a hacerla. La regresión, pero no una propia, sino una como Violadora Meltron.

Me reincorporé de la cama de un salto. Ahora que mis padres se habían recluido en su dormitorum para hacer las atrocidades sexuales que más les placiera decidí que era el momento perfecto para hacerme con sus EM.

—Michelle, aquí Akane 76 VL, quiero volar.

—Akane 76 VL, bloqueo del dormitorum abortado —contestó diligente.

Descalza y de puntillas me acerqué a la EM de mi padre, en el centro de la esfera una luz azulona resplandecía intermitentemente. Con delicadeza cogí la EM por las asas, la llevé hasta mi dormitorum y la deposité sobre la cama. Eran relativamente pequeñas, pero pesaban cerca de diez kilos. Tras tener a salvo la EM de mi padre fui a por la de mi madre que se encontraba al lado de la mía que refulgía con un tono rosa chillón. Al dejar la EM en la cama un rayo verde lima se clavó en mi pecho como una mirilla láser, temblé de pavor al dudar si tenía algún sistema de detección para intrusos, pero a los dos segundos el rayo se desvaneció junto a mi miedo.

—Michelle, aquí Akane 76 VL, que les desintegren.

—Akane 76 VL, entrada al dormitorum sellada —contestó Michelle.

Coloqué en primer lugar la EM de mi padre sobre el escritorio y me senté frente a ella. Saqué de mi bolsillo la EM-Key que me había prestado Alma 76 VA. No había sido fácil convencerle para que me la prestara, pero poseyendo el atractivo innato de mi madre conseguí que cediera. Adoraba poseer las herramientas de seducción necesarias para lograr mis objetivos. Besé victoriosa la EM-Key y la introduje en la ranura posterior de la EM de mi padre. Al instante una luz azul de potencia cegadora inundó el dormitorum.

Con incertidumbre coloqué la frente en la luz y cerré los ojos. Aspiré una gran bocanada de aire y la contuve en mis pulmones centrando toda mi atención en qué buscar. Un leve cosquilleo en las extremidades dejaba ver que todo iba bien. Cuando sentí arder mi cabeza la realidad a mi alrededor comenzó a desmoronarse. Mi piel desapareció dejando libre mi consciencia que comenzó a expandirse poco a poco.

Una noche cerrada se construyó a mi alrededor. Mi abuelo Óscar me miraba fijamente con su típica cara de mal genio, pero con razón. A mi derecha había una pecera rota con agua esparcida por todos lados y una gata enredándose en mi pierna. El susto en la cara de mi abuelo casi me hizo llorar. Reuní el valor para deshilar ese recuerdo y continuar navegando.

Continué buscando hasta caer en otro recuerdo. Me encontraba en un camastro observando a mi madre quien dormía plácidamente. Pasé mi mano sobre su abultada barriga mientras me invadía una sensación de amor y miedo al mismo tiempo. Como era obvio me había pasado de largo, necesitaba recuerdos anteriores. Tanteando logré llegar al momento deseado.

Parecía estar dentro de algún antro desfasado. La música era horrenda y acompañaba el vomitivo detalle del suelo iluminándose cada vez que alguien daba una pisada. El estilo de las vestimentas daba pena. Caminaba seguro de mí mismo oteando de hito en hito las chicas que se afinaban en las esquinas en interesantes grupos. Sentía el poder de ser hombre entre mis piernas. La sensación era totalmente nueva para mí, pero me gustaba. Al fondo del mohoso antro divisé a mi madre, portaba un corte de pelo unisex y lucía un tono zanahoria muy llamativo con mechas verdes. Algo en mi interior se removió y tiró de mí hacia ella. Me pasé el dedo índice por la nariz y aspiré fuertemente un par de veces preparándome para la embestida.

—¿Te apetece una conexión Goho-M? —cuestioné a mi madre abriendo la chaqueta de cuero y mostrando la cajita metálica.

Goho-M, más conocido tras su evolución como Melan-G, un sistema electroneurológico que altera el estado cognitivo hasta desviarlo a un plano astral en el que las dos entidades se fusionan en un éxtasis de experiencias. Sentía curiosidad por conocer el tipo de dimensión que mis padres proyectaban.

—Depende de cuánto me cueste —la mirada de leona en celo de mi madre me provocó una carcajada que mi padre no supo canalizar en su cuerpo.

—No sé, no sé —moví la cabeza exagerando la reacción—. Creo que puedo hacer un precio especial a una chica tan DLC como tú.

—¿DLC? ¡Hablas como mi madre! —ella rió desvergonzadamente—. Lo siento Frankenstein, no tengo fondos.

Averiguar que un Frankestein había conseguido llegar a Supervisor me daba alegatos que usar en mi defensa.

—Paso de los fondos —moví mi mano en señal desaprobatoria—, solo quiero compartir el Goho-M con alguien. ¿Conectas?

—¿Me das tu ID para que lo compruebe en mi Terminal? —mi madre se agarró de la muñeca haciendo visible el dispositivo—. Podrías ser un Supervisor y no quiero meterme en nebulosas.

—Leto 101 EO —sentí agobio al oírla hablar de Supervisores. El simple recuerdo de mi abuelo me amargaba.

—¿Del área 101? ¡Oh Michelle! ¡Debes rezumar fondos!

—Ahora sabes por qué paso de ellos. Qué, ¿te decides?

Mi madre comprobó mi ID en la Terminal y frunció el ceño sonriendo.

—Está bien Leto, ¿dónde conectamos?

—¿Te parece bien en la azotea? Así no habrá miradas ni preguntas incómodas —dije levantándome y guiñando un ojo.

—Me parece un buen lugar.

Mi madre se levantó del suelo y pude detener la mirada en su bello cuerpo. Era menuda y frágil y de no ser por el cargamento que guardaba la hubiera portado en volandas hasta la azotea como los viejos románticos de la arcaica era contemporánea. La visión de la ciudad no podía ser más retrógrada. Una de las cúpulas que antaño cubrían las ciudades mostraba estrellas formadas por píxeles en una noche artificial. Miré al horizonte, pude ver enormes edificios donde yo solo recordaba vegetación. Coches antigravitatorios antiquísimos surcaban los cielos. Me costaba imaginar a mis padres conduciendo coches. Desde que Crawler 01 TG inventara hace 12 años el tubo de gas ionizado nadie había vuelto a poner sus manos sobre el controlador de un vehículo y sin embargo allí estaban sin parecerme otra cosa que reliquias o antiguallas.

Nos sentamos en una esquina de la azotea apartados del mogollón de jóvenes que se flipaban allí. Preocupado por que la experiencia pudiera terminar enfriando en exceso el cuerpo de ella le cedí la chaqueta que aceptó con gusto. Saqué el aparato del bolsillo y lo coloqué entre los dos de modo que quedase cerca de ambos. Introdujimos el dedo corazón por las aperturas y un pitido y las luces encendidas mostraron que todo estaba listo.

—¿Qué tipo de experiencia te apetece? —pregunté.

—¿Tú qué crees?

Su clara mirada no se desvió ni una milésima de nanosegundo de mis pupilas. Mi madre todavía utilizaba ese contacto visual agresivo, ese que tanto miedo me provocaba recibir y que tanto uso le había dado yo en mis coqueteos.

Con una sonrisa pulsé el botón del aparato y se puso en marcha. La sensación inicial era sospechosamente parecida a la de una Regresión, aunque quizás fuera algún efecto secundario de la misma. Un chispazo en el cerebro me indicó que faltaban escasos instantes para la conexión. La sensación de besar a mi madre fue repulsiva, pero cuando comencé a acariciarle las tetas no pude seguir adelante. Cerré los ojos y abandoné ese recuerdo. Al volver a abrir los ojos tenía a mi madre delante de mi tumbada bocabajo sobre un manto de vegetación. Ahora llevaba el pelo largo y rubio y había recogido su melena en un muelle.

Desvié mi mirada hacia la portadora que tenía a mi izquierda sin saber si le gustaría el contenido. Sentí la cabeza de mi madre apoyarse sobre mi hombro.

—¿Qué has traído? —me preguntó con curiosidad.

Saqué unos bricks de material biodegradable de mi portadora favorita de los Verdes de la 101, mi equipo favorito. No se me daba bien el empaquetado de alimentos y Eléanor me había ayudado con la deconstrucción de carbohidratos y proteínas sintetizadas. Destapé lentamente el brick creando cierta expectación. Mi madre sonreía tímidamente.

—No sé si te gustará mucho la ternera sintetizada, pero seguro que es mucho mejor que esa bazofia color ceniza que se come normalmente. Toma, coge un poco —le acerqué el brick.

—A mí me gusta esa bazofia color ceniza —dijo cogiendo un trozo con los dedos y llevándoselo a la boca—, pero esto —habló mientras masticaba—, me gusta mucho más, ¡oh sí Michelle!

—¿Ves? Tenías que probarlo. Otro día traeré gambas criogenizadas. No se consiguen fácilmente pero seguro que puedo encontrar algunas.

—¡Me has disparado los estrógenos!

Reí sin parar ante la expresión anticuada de mi madre. Era tan aburrido escucharles hablar... Quería acción y no la iba a encontrar en un almuerzo ñoño. Seguí buceando tanteando la línea temporal hasta que caí de bruces en una noche plena de éxtasis sexual. El sentimiento placentero de ese lugar me daba nauseas. Mi padre gimió y mi visión se nubló hasta la nada. Raro, raro. Quedé horrorizada y decidí que ya había tenido suficiente experiencia masculina.

Eché involuntariamente la cabeza hacia detrás al abandonar la Regresión. Notaba como me faltaba el aire y me costaba reconocer mi habitación. Había pasado demasiado tiempo en una memoria ajena, me había escapado por los pelos de perder mi propia personalidad. Me tomé unos minutos de reposo para recuperarme de la experiencia. Cuando recuperé la compostura probé suerte con la EM de mi madre.

Me encontraba rodeada de vegetación. Aquella zona se parecía al bosque cercano a mi emplazamiento. Mi padre se encontraba a mi lado con cara de sorpresa. Notaba un extraño peso en el vientre. La sensación de estar embarazada de mí misma me resultó cuanto menos extraña.

—Veo que han avanzado las obras de reforestación. Y pensar que hasta hace un par de meses todo esto eran edificios —dijo mi padre.

—Nos ha costado lo nuestro, pero hemos persistido hasta llegar a lo que es ahora. Creo que el esfuerzo ha valido la pena, ¿no crees Goho-Mío? —asco, me daban grima y mi madre mucho más.

—¡Desde luego! —rió mi padre—. Es una delicia poder pasear por zonas verdes como en los viejos tiempos.

—¿Viejos tiempos? ¿Zonas verdes? —dijo mi madre indignada—. Has estado otra vez usando la EM de tu abuelo, ¿verdad? Sabes que no lo apruebo.

—Ya. Lo sé, lo sé. Pero ya sabes, la curiosidad me mata —mi padre sonó avergonzado.

—¡Podrías acabar perdiendo tu personalidad! ¡No podría mantener a la niña yo sola!

—Vale, te prometo no volver a hacerlo. Por cierto —hizo una leve pausa—, he ingresado en la academia de Supervisores.

—¿Han aceptado tu solicitud? —dijo mi madre ilusionada.

—Sí. Me pasé la vida intentando huir de ello, pero al final he caído, igual que mi padre y mi abuelo. ¿Y sabes qué? Cuando tenga dinero compraré un emplazamiento para que podamos vivir juntos. ¿Qué te parece?

—¿Qué me va a parecer? Es lo que más desea una chica DLC como yo.

Tras una ñoña conversación decidí avanzar un poco. Me encontraba sentada en una nube de suspensión con una tripa enorme y totalmente agobiada.

—¡Leto! ¡Ven aquí! —gritó mi madre.

—¡Ya voy! ¿Pasa algo? —preguntó agitado mi padre.

—¡Creo que estoy de parto!

—¿Departure? ¿A dónde te quieres ir?

—Que Akane ya viene, ¡chatarra!

Por las voces presentí que cundía un ligero pánico entre mis progenitores. Mi hora había llegado y no parecían muy preparados para el “gran” momento. Me asustaba la sensación de tener que alumbrarme (o parirme o darme a luz) así que intenté cerrar los ojos y que pasara rápido. Un grito captó mi atención:

—Debe decidirse, ¡ya! —la voz de una mujer no reconocida llegó hasta mí.

—¡No puedo! —contestó compungida mi madre.

—¿Usted o el bebé? ¡Rápido o morirán las dos!

Al parecer algo no iba bien en el parto. Nunca me contaron que hubiera complicaciones en mi nacimiento y estaba sorprendida. La voz firme de la médico me conmovió, ¿cómo podía hablar tan sádicamente? Hacerle escoger a mi madre qué vida mantener, si la suya propia o la de su hija nonata. ¡Qué valor!

—Akane —me llamó mamá.

—Aquí no hay ninguna Akane —negó la doctora.

—Mi bebé, salve a mi hija Akane.

No podía soportarlo más. Había tenido suficiente Regresión. Me concentré y respiré hondo hasta que la realidad se fue distorsionando ante mí. Me separé de la luz verdosa de la EM de mi madre y poco a poco logré salir del trance. Antes de desmayarme, una de las reacciones corporales habituales tras una Regresión, desconecté la EM-Key y me la guardé en el bolsillo.

Cuando desperté me encontré totalmente agotada y empapada en sudor. Lo que más deseaba era comerme una bola de glucosa y reconstituir el alto consumo energético que mi cerebro había sufrido. Me levanté con dificultad de la silla y con una orden a Michelle denegué el sellado de mi dormitorum.

Caminé arrastrando los pies con un extremo agotamiento. Logré llegar hasta el conservador alimenticio y saqué de su envoltorio la reconfortante bola. Como si no hubiera comido en una semana saboreé aquella delicia mientras me recostaba en mi nube de suspensión. Tras unos minutos la puerta del dormitorum de mis padres se abrió y del interior apareció mi padre desnudo. Lo primero que hizo mi progenitor fue mirarme disfrutar la bola de glucosa y después desvió la vista hasta la estantería donde solían reposar las Esferas Meltron.

—Te ha dejado desvalida la Regresión, ¿verdad? Ya casi ni recuerdo la sensación, hace tanto tiempo... aunque no me arrepiento, la última vez casi me pierdo entre los recuerdos de mi abuelo.

—No sé de qué me hablas, papá —mascullé con sorna.

—Temblores, pupilas dilatadas, empapada en sudor, agotamiento... —enumeró mi padre—. Sé de lo que hablo y te aseguro que el RaptorDelta no produce esos efectos. Además, que yo sepa las EM no tienen ningún sistema de levitación para moverse hasta tu dormitorum.

—Uhhh, el Supervisor viene a darnos la charla... —me burlé.

—Sé que eres cabezona, así que supongo que habrás conseguido lo que te habías propuesto. Así que dime, ¿has encontrado lo que buscabas?

—Puede —dije con la boca llena.

—¿Y qué opinas al respecto? —preguntó cruzándose de brazos.

—Eres un rato pelma papá. ¿Qué quieres que te diga? Que he visto cómo experimentabais, ¿eh? —le vacilé—. ¿Qué os he visto intimar? ¿Que...? —se me hizo un nudo en la garganta al recordar la decisión de mi madre—. ¡No he visto nada! ¿Vale? ¡No he conseguido ver nada! No tenía acceso a las EM, no soy una Violadora Meltron —le chillé deseando que mi madre se despertara de su placentero sueño—, ¡te queda claro!

—Si quieres mentirme adelante, pero entiendo del tema mucho más que tú y sé que el estado en el que te encuentras ahora no es por “no tener acceso”. Descuida, me abstendré de hacer más preguntas. Te dejaré tranquila con tus conclusiones —encogió los hombros y se dio la vuelta.

Cerré los ojos abrumada por la presión de mi padre. Era arduo soportar sus ataques sin doblegarse, pero lo había conseguido una vez más. Presa de la pesadez corporal me dormí. Cuando desperté mi madre me miraba desde su nube de suspensión sorbiendo un batido vitamínico de vegetales transgénicos. Lo primero que me llamó la atención fue el color de su pelo, ahora lo lucía de un rojo borgoña con destellos violetas.

—¡Me gusta ese color!

—Te compré un aplicador por si quieres probarlo.

—Te lo agradezco, pero paso —negué con la mano.

Instintivamente miré los pechos de mi madre recordando la sensación de haberlos tocado. La aprensión fue tan grande que escondí las manos tras la espalda.

—¿Te vuelves a morder las uñas o qué? Ya me da igual lo que hagas, no pienso perder más tiempo con reglas y normas de niña pequeña.

—No es que las haya seguido hasta ahora.

—Por eso lo digo. Yo también fui una chica DLC como tú, así que si yo supe cuidar de mí misma, supongo que tú que eres más inteligente sabrás apañártelas ahí afuera.

—Bien, me alegra que al menos uno de los dos acepte que ya no soy una cría.

—Somos conscientes. Has crecido. Tomas tus decisiones. Decidimos regalarte un emplazamiento como regalo por tu 16 cumpleaños. Sólo nos queda una semana para disfrutarte como nuestra pequeña, pero no nos lo estás poniendo fácil. Creo que no lo hemos hecho del todo mal como padres. Te hemos dado todo lo que nos has pedido. Y te hemos aconsejado sobre los errores que nosotros cometimos. Sólo deseábamos enriquecer tu existencia.

Pasé por detrás de la nube de suspensión de mi madre con dos impulsos bien diferentes. Mi DLC interior me pedía a gritos que le pateara la espalda y la tirara de morros contra el suelo. Mi niña interior me exigía hacer lo correcto. Fue complicado dominar a mi DLC, pero mi niña se impuso. Sin reconocerme abracé a mi madre y la besé en la frente.

—¡Akane! —exclamó mi madre sorprendida por mi muestra de afecto.

—Me encantó escucharte decir mi nombre por primera vez.

Mi madre sonrió con lágrimas en los ojos.

—Gracias cielo.

—¡Vete a la biblioteca mamá! —la insulté guiñándole un ojo.

Por primera vez en toda mi vida estaba orgullosa de llamarme Akane 76 VL, V por mi madre Valeska y L por mi padre Leto.