Parte de nuestra ironía, de nuestro lenguaje jocoso, de nuestro humor salao es sacar de contexto las cosas, y por poner un ejemplo sencillo y rápido, la frase: "Me voy a correr".
- CASO 1. Asunto: "Me voy a correr"
Antecedentes: Chico/a (edad indiferente) se atavía con ropa deportiva y zapatillas. Antes de salir a la calle para iniciar su rutina aeróbica exclama: "Me voy a correr" (otros usan la expresión: "salgo a correr").
- CASO 2. Asunto: "Me voy a correr"
Antecedentes: Persona sentada al lado de otra que no inspira confianza (razones indiferentes). Antes de morir por razones indiferentes (asfixia, repulsión, locura sexual...) se dice para sus adentros: "Me voy a correr" (también se puede usar: "voy a alejarme de este pelma", "huele fatal, huyamos", "me lo comería aquí mismo, Dios, me voy a correr").
- CASO 3. Asunto: "Me voy a correr"
Antecedentes: Pene que entra y sale de un orificio (indiferente) o en su defecto mano (u objeto indiferente) que se mueve sobre/alrededor de pene. Al llegar al clímax el chico dice: "Me voy a correr"
- CASO 4. Asunto: "Me voy a correr"
Antecedentes: Chica a la que alguien (sexo indiferente) satisface de alguna forma (sexualmente hablando) y antes de llegar al orgasmo gime: "Me voy a correr"
Sea cual sea el caso siempre se malinterpreta por los casos 3 y 4.
En fin... cosas de nuestra lengua (depende de en qué parte esté trabajando... "Oh Dios, me voy a correr").
Siempre nos quedará el dicho soez... "Pues haz la dieta del cucurucho, come poco y corre mucho".
¡Espera! Así no era, ¿no?
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