martes, 2 de diciembre de 2014

Necesito explotar

Mientras mi alma llora, mis labios se arquean hacia abajo.
El último capítulo de The Walking Dead me ha dejado un poco con el estómago revuelto. Ha sucedido uno de esos momentos cinematográficos que te afectan en el instante en el que te metes en el personaje y piensas qué sentirías si estuvieras en su situación. ¡Pim, pam, pum! ¡Directo al corazón!

Casi lloro. A un pelo he estado de explotar.

Estoy sensible. Hoy ha sido un día intenso y llevo encima toneladas de contención. Soy de esas que sufren shock de frialdad, me escudo tras una máscara de impasibilidad que no escojo y simulo estar aliena a los sentimientos que me rodean, pero en cuanto veo un hueco de libertad exploto.

Ver a personas que estimas sufrir no es nada agradable. Abrazarles y sentir sus corazones abatidos y heridos mata por dentro. Observar sus lágrimas resbalar por las mejillas es torturador. No puedes hacer nada para aliviar su sufrimiento. Sólo puedes mostrar tu apoyo. Y tú estás ahí, congelada, sin inmutarte, hasta sonriendo porque tu sistema neurológico debe tener un defecto.

Hoy no estoy bien. Mi humor no está equilibrado. Necesito explotar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario