No sé si os pasa también a vosotros, pero hay días que guardo una sensación interior, así en plan premonitoria, de que algo va a pasar y no voy a estar totalmente preparada y/o me va a afectar. No es una sensación que realmente limite mi día, porque no es una amenaza real, pero siempre quedan resquicios de los "y si" y "qué puede ser".
Pues bien, ayer me pasó. Lo sentí de buena mañana y, como todavía no estoy totalmente recuperada del tobillo, pensé que quizá mi cuerpo me estaba avisando de que tuviera cuidado y no forzara no fuera a ser que me cargara el trabajo hecho. La cuestión es que en clase de baile sentí un pinchazo extraño en el tobillo y dije: "¡hostia, pues va a ser que soy bruja!". Por suerte todo quedó ahí, en una llamada de atención.
Después tocaba la GRAN presentación del nuevo BodyCombat64. Todos estábamos eufóricos y con la energía por las nubes. Teníamos ansias locas por estrenar la nueva coreo y cual fue nuestra sorpresa al ver que el sistema de audio de la sala de actividades del polideportivo no funcionaba y que toda motivación proporcionada por la música se iba al carajo. Un par de "técnicos" improvisados intentaron solucionar la incidencia sin mucho éxito. Como era de esperar la monitora decidió no presentar la coreografía sin la música en condiciones y salvó la clase con un "sacado de la manga" repaso a la técnica y así estrenar las camisetas tuneadas para la clase. En fin, otro contratiempo más que añadir a la lista.