jueves, 27 de noviembre de 2014

La inspiración

¿Qué es la inspiración? Hay artistas que dicen que sólo crean cuando sienten la inspiración y yo me pregunto: ¿dónde se siente la inspiración? ¿En las manos, en el corazón, en la mente…? No sé, por curiosidad. Porque yo nunca la he sentido. Lo único que he sentido ha sido un ataque repentino de esquizofrenia o un incipiente desdoblamiento de personalidad que me ha ayudado a introducirme en el interior de algún personaje y escribir como si fuera él o ella. Ya sabéis, esos personajes que vienen de la nada, que los crea la mandanga gris que se haya alojada dentro de mi cráneo.

La cuestión es que he abierto el archivo o documento de Word de mi novela, he ido al último punto de escritura y ahí me he quedado. Cansada de no leer y de no escribir, me he puesto a mirar el Facebook y el Twitter y me ha dado la neura. Esa neura que me entra cuando veo que los demás están haciendo cosas y yo no. Esos nervios que te enganchan a su desdicha cuando te estás pudriendo en el infortunio de no tener empleo. Cada día te parece el mismo y la crisis de ansiedad te va tocando a la puerta cada vez más fuerte avisando de que el día menos pensado dará una patada y derribará tu murete de protección. Mientras tanto intentas sobrevivir: te levantas, desayunas, te vas al gym, haces cosas por casa, comes, echas la siesta, te plantas delante del ordenador donde no haces nada excepto mandar currículos que nadie lee, cenas, lees alguna novela, ves la televisión y te vas a dormir. Así todos los putos días. Y nada, ninguna ventana ni ninguna puerta se abren para darte paso. Ya hasta suplicas entre líneas que te contraten en las cartas de presentación, pero nada genera progresos.

No, hoy no estaba inspirada, pero me he obligado a escribir. Me he puesto delante de un folio en blanco (jódete Blogger) y he empezado a escribir. Y mira, ya van tres párrafos de texto. No es que haya dicho mucho, pero creo que en esta segunda versión del post estoy diciendo más. Y no es que tenga mucho que decir, pero a veces necesitas desahogarte y expulsar de tu interior toda esa mierda que te corrompe por dentro, porque si no te vas auto destruyendo sin darte cuenta. Y oye, este ejercicio está de puta madre, porque ya no es el insulso jueves que era antes de ponerme a escribir.
Y yo aquí reescribiendo el post cuando algunos ya están pensando en la fiestaca que se van a pegar mañana

Obviamente este post no es idéntico al que escribí esta tarde, pero cenando me he dicho, ¿pero qué coño? ¿Por qué tiene que ganar Blogger? NO. ME. DA. LA. GANA. Así que me he prometido hacer un ejercicio de memoria e intentar reproducir parte de la entrada que escribí. Si no literalmente, al menos sí su mensaje.

Llegados a este punto no recuerdo qué había escrito, si os soy sincera tengo una mente de mierda y retengo un carajo y menos. Sí, recuerdo que había mencionado a Lara Croft y me parece que venía al caso de hablar del trabajo. Seguramente porque el párrafo que aquí es el tres, en el otro era el cuatro. Y bueno, mi mente no da para más y no sé cómo metía a colación a Lara, pero vamos decía algo así como que es una niña pija que tiene más dinero que pesa (ciertamente pesará poco, aunque bueno… si tenemos en cuenta sus melones pues tampoco es que ande corta) y que como no sabe en qué invertir sus millones pues que se va con su armamento y su equipación megahiperultracara a parajes inhóspitos a asaltar tumbas y recoger tesoros. Que está muy bien como afición, pero pon tú en el curriculum licenciada en asaltar tumbas que a lo mejor alguien te contrata.

En el fondo soy como Lara, una niña que se coloca los auriculares para escuchar música mientras escribe sus aventuras

Pero bueno, luego te pones a pensar en profundidad y te das cuenta de que hay gente mucho peor que tú, personas que se encuentran en situaciones mucho más lamentables o complicadas que la tuya y en el fondo tienes que sentirte agradecido. Tienes que dar las gracias por lo que tienes, por lo que eres. Pero sigues sin ser feliz. Y ser feliz es el objetivo final de toda esta movida.

La estructura del post ha perdido todo su sentido, no la recuerdo, pero al menos me he vuelto a poner a escribir y en veinte minutitos me he relajado, porque no quería que Blogger y sus soplapolleces de “no recuperación de entradas eliminadas por error” ganaran la batalla.

Y sí, antes decía que tenía el archivo de la novela abierto y que no lo tocaba, pero ahora lo tengo cerrado y en cuanto publique este post voy a abrir el documento y voy a ponerme con Leo, mi rubio de ojos claros que quiere tatuarse el brazo. Porque la inspiración no existe más que en las ganas y el esfuerzo que cada cual quiera darle a la obra que se lleva entre manos.

Buenas noches y… ¡joder, el Juernes se termina!

No hay comentarios:

Publicar un comentario